Las personas mayores suelen tener problemas de reflujo, dolor, hinchazón, dificultades respiratorias y problemas de seguridad nocturna. Descubra cómo una cama eléctrica ajustable puede reducir estos problemas y mejorar el sueño rápidamente.
Al llevar a tu hijo autista en una carriola adaptada , quieres estar seguro de que estará seguro y que ambos disfrutarán de la experiencia. Por eso necesitas la carriola adecuada. Tu carriola es la manera perfecta para que tu hijo explore y disfrute del mundo exterior. Sin embargo, necesitas prepararte, desarrollar rutinas de seguridad y anticipar los desafíos sensoriales. Analicemos todos estos aspectos.
Establecer un posicionamiento seguro junto con rutinas de seguridad.
Estrategias cotidianas para gestionar la sobrecarga sensorial y los desafíos ambientales.
Protocolos de seguridad para el transporte, el clima y los espacios públicos.
Controles de mantenimiento pre y post viaje para practicar.
Lo primero es instalar y mantener el arnés. Esto es especialmente importante para niños con necesidades especiales que pueden tener movimientos incontrolables o ser incapaces de distinguir los límites de seguridad.
Coloque la espalda de su hijo firmemente contra el asiento para que su columna esté en una posición natural. La correa del pecho debe quedar plana sobre el pecho, nunca alrededor del cuello, y debe estar lo suficientemente suelta como para que pueda introducir un dedo entre la correa y el cuerpo de su hijo.
La correa de la entrepierna no se desliza; debe ajustarse con holgura y sin puntos de presión. Si su hijo se separa con frecuencia de las correas del arnés, considere un sistema de arnés de 5 puntos, diseñado para niños que se mueven mucho y con hebillas reforzadas. Revise todos los puntos del arnés cuando tenga a su hijo en la carriola, asegurándose de que las correas estén planas y no retorcidas, y de que todas las hebillas encajen firmemente.
Coloque las caderas, rodillas y tobillos de su hijo en la posición 90-90-90. Esta es la mejor posición para la circulación sanguínea, ya que reduce los puntos de presión y proporciona un soporte firme para viajes largos. Coloque los reposapiés de modo que los muslos de su hijo queden completamente apoyados en la superficie del asiento, con las rodillas flexionadas en ángulo recto y los pies cómodamente apoyados en ellos.
Si su hijo presenta diferencias en el tono muscular, un problema común en niños autistas, coloque extensiones de reposapiés para piernas más largas y cojines firmes en la zona lumbar para apoyar el ángulo de la cadera. El tronco debe mantenerse erguido con el mínimo esfuerzo; los soportes laterales del tronco o las almohadillas pectorales pueden proporcionar apoyo externo.
Practica en casa y perfecciona tus procesos de seguridad sin la presión de los problemas de la vida real. Desarrolla una rutina previa a la salida con los mismos procedimientos cada vez: revisa el seguro del cochecito, asegura tus pertenencias y abróchate el arnés.
Practique estas rutinas cuando el niño esté tranquilo, usando historias sociales o esquemas visuales para ayudarle a comprender todos los pasos. Primero, practique sesiones cortas en la entrada de la casa y luego aumente la complejidad a medida que el niño se sienta más cómodo. Dramatice situaciones comunes, como cruzar puertas, bordillos e interactuar con desconocidos.
Los niños con autismo corren un mayor riesgo de alejarse de usted. Necesita varias capas de seguridad en su cochecito, así que considere añadir correas de seguridad desde la muñeca de su hijo hasta el armazón del cochecito para mayor seguridad en caso de que se desabroche el arnés.
También puede añadir medidas de seguridad, como cubiertas para las hebillas que dificulten el acceso del niño a las mismas, o hebillas magnéticas con técnicas de liberación específicas. Las prendas de compresión o las almohadillas de regazo con peso pueden dificultar que el niño salga del cochecito.
Al mismo tiempo, asegúrese siempre de que el personal de emergencia pueda retirar cualquier restricción si es necesario.
Si su hijo autista sufre una sobrecarga sensorial, puede provocar comportamientos inseguros y estrés, así que es mejor ser proactivo. Prepare un kit de herramientas sensoriales con auriculares con cancelación de ruido, gafas de sol, juguetes antiestrés y objetos reconfortantes. Guárdelos en bolsillos prácticos junto con cualquier equipo médico, todos de fácil acceso, para que estén fácilmente disponibles.
También debería planificar su viaje con antelación. Recuerde revisar las zonas que puedan presentar desencadenantes sensoriales y buscar rutas alternativas. Planifique "descansos sensoriales" en zonas más tranquilas donde su hijo pueda relajarse. Realice controles periódicos y esté atento a las primeras señales de sobrecarga, como la estereotipación excesiva o la conducta de escape.
Cuanto más uses tu cochecito, más seguro te sentirás, hasta que con el tiempo se convertirá en algo natural. Cuando estés en un bordillo, empuja el cochecito un poco hacia atrás para que las ruedas delanteras suban primero y luego empuja suavemente las traseras hacia abajo. Nunca lo empujes directamente sobre el bordillo, ya que podrías volcarlo hacia adelante.
En cuanto a las rampas, colóquese ligeramente a un lado, no directamente detrás, y sujétese firmemente. En rampas empinadas, mire en dirección opuesta y tire hacia atrás para un máximo control. En el caso de las puertas, colóquese paralelo al marco y ábrala completamente antes de entrar.
Su hijo debe ser visible para los demás y llevar una identificación. Esto tiene dos objetivos: su hijo está seguro y otros pueden ayudarlo si es necesario. Coloque una identificación, pulseras de alerta médica, tatuajes temporales con el número de teléfono o tarjetas de identificación en bolsillos de seguridad. Incluya información importante, como el nombre, el número de teléfono y los datos de contacto de su hijo, así como cualquier información médica relevante.
Haga que su cochecito sea visible con materiales reflectantes y brillantes. Añada una identificación con su nombre, número de teléfono e instrucciones directas sobre las necesidades de su hijo. Se pueden utilizar dispositivos de rastreo GPS como medida de seguridad adicional.
El clima puede afectar tu experiencia, por lo que es mejor estar preparado.
Prepare listas de verificación específicas para cada clima: en climas cálidos, proporcione suficiente sombra y ventilación, y revise si hay señales de sobrecalentamiento. En climas fríos, mantenga a su hijo abrigado y ayúdelo a moverse. En caso de lluvia, utilice un impermeable de calidad que no obstruya la vista ni la ventilación.
Lleve suministros de emergencia que se adapten a su clima en todo momento.
Viajar en transporte público requiere planificación y es importante conocer las normativas, ya que suelen variar según el medio de transporte. Si viaja en autobús, por ejemplo, tenga en cuenta las políticas de transporte local para dispositivos de movilidad. La mayoría de los autobuses tienen espacio designado para cochecitos de bebé con necesidades especiales.
Volar puede ser un desafío, especialmente por las regulaciones sobre dimensiones, baterías y procedimientos de control en la puerta de embarque. Consulte con las aerolíneas con anticipación para conocer sus políticas específicas sobre equipos para necesidades especiales. Lleve cochecitos ligeros de repuesto para facilitar su movilidad dentro del aeropuerto.
Un botiquín bien preparado puede salvarle la vida. Guarde los artículos importantes en bolsas prácticas y accesibles que puedan contener todo lo que su hijo necesita. Por ejemplo, incluya herramientas esenciales, información de contacto de emergencia, baterías de repuesto, un botiquín de primeros auxilios, objetos de confort y dispositivos de posicionamiento alternativos.
La lista de verificación de seguridad previa al rodaje debería ser intuitiva y no te llevará más de dos minutos. Revisa la alineación de las ruedas y prueba los frenos para asegurarte de que encajen. Recuerda revisar las correas de seguridad. También, revisa el chasis para detectar daños o desgaste inusual.
La mejor manera de mantener tu equipo en buen estado es inspeccionarlo después de cada viaje para detectar desgaste o daños. Revisa todas las piezas móviles, especialmente las de uso intensivo. Limpia las ruedas y los frenos de residuos y suciedad, ya que afectan su rendimiento. Soluciona los pequeños problemas antes de que se agraven.
Para crear recuerdos inolvidables para usted y su hijo, necesita la carriola adecuada para necesidades especiales . Esto se trata, en gran medida, de adaptar las necesidades actuales al crecimiento previsto, incluyendo los destinos y los requisitos de transporte más comunes. Tome medidas de sus rutas más frecuentes, como las aberturas de las puertas, las dimensiones del ascensor, el espacio del maletero del coche y las zonas de almacenamiento en los destinos.
Planifique con anticipación el crecimiento de su hijo y si el cochecito elegido se adaptará a su altura, peso y movilidad. Considere los requisitos del terreno y la distancia.
Hay muchos cochecitos adaptables en el mercado. El ideal para usted hará que sus salidas sean placenteras, y su hijo se sentirá parte de la familia y de la comunidad en general. ¡Practica con antelación y anticipa los inconvenientes para que su viaje sea lo más cómodo posible!
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